El Reiki es una técnica de sanación holística que se originó en Japón a principios del siglo XX. La palabra «Reiki» proviene de dos términos japoneses: «rei», que significa «universal», y «ki», que se refiere a la energía vital que fluye en nuestro cuerpo. En conjunto, el término «Reiki» se traduce como «energía universal» o «energía de vida universal».
El Reiki se basa en la creencia de que todos somos seres energéticos, y que nuestras emociones, pensamientos y experiencias pueden afectar nuestro flujo de energía. Cuando esta energía se bloquea o se desequilibra, puede manifestarse en forma de enfermedad física, dolor, ansiedad y otros síntomas. El Reiki trabaja en el equilibrio del flujo de energía para mejorar la salud física, emocional y espiritual.
El Reiki se practica a través de la transferencia de energía a través de las manos del practicante hacia la persona que recibe la sesión. El practicante coloca sus manos en diferentes posiciones sobre el cuerpo del receptor, desde la cabeza hasta los pies, y transfiere energía a través de ellas. Esta energía fluye a través del cuerpo del receptor y ayuda a equilibrar su sistema energético, lo que puede conducir a la curación y el bienestar general.
Se cree que el Reiki también tiene la capacidad de liberar emociones negativas y traumas almacenados en el cuerpo, lo que puede llevar a una mayor claridad mental y emocional.
Una sesión de Reiki generalmente dura entre 60 y 90 minutos y se lleva a cabo en un ambiente tranquilo y relajante. El receptor permanece completamente vestido y generalmente se acuesta en una mesa de masaje. Durante la sesión, el receptor puede sentir calor, frío, hormigueo o una sensación de relajación profunda. Al final de la sesión, muchas personas informan sentirse más tranquilas, equilibradas y relajadas.
El Reiki es una técnica de sanación natural y no invasiva que se puede usar junto con otros tratamientos médicos. También se puede practicar como una forma de autotratamiento, lo que significa que cualquier persona puede aprender a hacerlo y utilizarlo como una herramienta para su propia curación y bienestar.
En resumen, el Reiki es una técnica de sanación holística que se basa en la transferencia de energía a través de las manos del practicante hacia el receptor. Se cree que el Reiki ayuda a equilibrar el flujo de energía en el cuerpo, lo que puede conducir a una mejor salud física, emocional y espiritual. El Reiki es una técnica segura y no invasiva que puede ser utilizada por cualquier persona y en conjunto con otros tratamientos médicos.